Todos los tipos de masajes ofrecen beneficios inmediatos. El contacto físico, en general, reduce la sensación de tensión, el aislamiento y la soledad. El masaje terapéutico también es relajante, ya que reduce la frecuencia cardiaca, alivia el dolor muscular, y promueve un estado general de relajación al animar a la gente que se acueste y que se concentre en su respiración. La mayoría de las técnicas de masaje promueven la circulación sana de la sangre y la linfa, lo cual también puede tener beneficios positivos para la salud.
Hay estilos específicos de la masoterapia que se centran en dolores musculares, la promoción de una mayor flexibilidad, la angustia emocional, la recuperación de lesiones y otros problemas que los clientes pueden estar sufriendo. El masaje puede ser utilizado para ayudar a que las personas se recuperen de cirugías, lesiones deportivas o accidentes traumáticos tales como accidentes automovilísticos. Algunas técnicas también integran el trabajo de la energía, que se supone que promueve una sensación de equilibrio y bienestar, junto con los principios de varias escuelas de medicina alternativa, como el Ayurveda.
La duración de una sesión de masoterapia puede variar ampliamente, desde 15 minutos a dos horas o, a veces, incluso más. Dependiendo del estilo de masaje que se ofrece, el cliente puede estar acostado en una mesa o sobre una alfombra en el suelo, y él o ella pueden estar desnudos cubiertos o completamente vestidos. El terapeuta utiliza técnicas específicas de masaje para trabajar con el cuerpo. Lo ideal sería que el terapeuta y el cliente trabajasen juntos para que ambos se sientan cómodos en todo momento durante la sesión.
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